sábado, 2 de agosto de 2008

Quiero ser la sonrisa de tu sal.

Que te digan los vientos que la brisa es tuya,
universo del aire que abanica tus arrugas,
igual que la luna despierta tu risa,
escuchas al sol acostando a tu ría;
rompe a llorar y endulza mi alma,
olor a azahar, aroma de calma.


Si supieras lo que siento cuando rompen las olas,
en la arena prometida de la piel de tus orillas,
recitaría mis besos en tu morena playita.


Límpiame con el agua que emana de tus ríos,
aguas tintadas con el lienzo de los siglos.


Se que estarás muy cerca del infinito,
oyerás a los niños gritando tu nombre,
nacerá de tu vientre el nombre de Huelva,
reirás con las manos que acarician tus piernas,
igual que yo río cuando ando por tus calles,
sinónimo de encanto que encanta mis pesares,
a la vez que te miro y tú me respondes.


Déjame que te escriba las palabras que no se decir,
enséñame a vivir para aprender a morir.


Ten paciencia cuando quieras sonreir junto a mi boca,
un día de estos mi amada, cenaremos en tu alcoba.


Sonríe, que es hora de sentirte,
aliméntame con la voz de tu gente,
luz de mi sal, sal de mi tierra,ven, que quiero hablarte.

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