NoSoTrOs No SoMoS ReYeS MaGoS...

A caballo regalao, no le mires los diente, desía un bonito refrán, escrito por argún valiente. Sus mano vistió con guantes, y con cara de peso gallo, partió los diente ar caballo, y se bañó en un estanque. Que no hay caballo más cuco, ni más valiente guantaso, que el que saltándose un turno, te dá er sopapo sin manos. Y no hay mayor cobardía, que quien se llame valiente, los apellidos de otro, los grite sin dar su nombre. Y no es por presumir que yo, siendo presumido en exceso, aun siendo de zafios reflejos, no miro detrás del espejo. Pues lo que se ve es lo que veo, lo que vés y lo que ven; por lo tanto manda webos, que esta cuadrilla de ciegos, tan valiente como somos, regalemos los regalos que nadie quiso regalar aun estando empaquetados.