jueves, 25 de septiembre de 2008

El que tiene boca se equivoca.

Escucha primero, y cuando no puedas oir, calla,
luego mírale a los ojos y pregúntale por mi.

Que después pasa lo que pasa,
una vez que hayas hablado,
escucharás como se ríen de ti.

Ten paciencia,
igual que los demás la han tenido contigo,
elige el camino correcto,
no te guíes por tu instinto,
empieza a pensar y deja de idealizar.

Busca entre los nombres que no tienen apellido,
oye a los oidos de los que saben razonar,
cambia tú estilo y muda tu sonrisa,
así no caerás denuevo en tu trampa.

Sé que no soy yo quien tú piensas que yo soy,
entiéndeme, no soy capaz de entenderte.

Explícame una suma con un resto,
quítale las comillas a las palabras,
usa lo simple en lo compuesto,
igual que una palabra en un pretesto;
vaya por donde vaya, iré,
o volveré a regresar sin antes ir,
cambia el sentido del camino,
así la solución tendrá sentido.